PRODUCTOS GOUMERT AL MERCADO

Sal de mar con alacrán y capulín

Amigos de Checkout Tu Ruta de Escape, imaginemos que estamos en una comida familiar, con amigo o compañeros de trabajo en La Poblanita de Tacubaya, Patriotismo, pedimos uno de esos exquisitos platillos -muy mexicanos- que caracterizan al lugar; pero antes, el mesero nos invita a probar un aperitivo con mezcal y su respectiva sal de chapulín o alacrán ¿Qué…cómo? Si, así como lo oyen, ese restaurant con casi 80 años de haberse creado, sigue innovando y, hoy, saca al mercado productos gourmet, elaborados en su línea de producción de manera artesanal y sin conservadores.

               Pero, regresemos a nuestra mesa, donde la curiosidad nos llevó a dar una respuesta afirmativa ¿veremos a qué sabe? De inmediato nos llevan un caballito de mescal, un plato con una rodaja de naranja y la sal, el protagonista postrado en medio y de cuerpo completo, amenazante, dispuesto a conquistar nuestro paladar… ¿Es en serio, comeremos ese arácnido? ¡uch! Quien no atiende nos explica que, si adquirimos el frasco de 200 u 80 gramos, de igual forma nos encontraremos con un ejemplar dentro, sazonado y dispuesto a ser devorado.

            Este pasaje imaginario, lo podría vivir toda persona que se proponga asistir a La Poblanita de Tacubaya en Patriotismo. La verdad es que a nuestro equipo de Checkout nos tocó escaparnos a la conferencia de prensa, donde se dieron a conocer los nuevos productos gourmet con los que pretende conquistar a los comensales fieles a los sabores de ese restaurante.

             Ahí, nos informaron que la sal de escorpión, está elaborada con tres tipos de chiles: ancho, guajillo y morita, sin que falte la sal de mar y -como ya lo dijimos- su escorpión entero al interior de su presentación. De igual manera se produce sal de chapulín -a la quizá estamos más acostumbrados- con el mismo proceso artesanal; otra sal de mar con especias: romero, tomillo, orégano y pimienta. Con cada uno de estos productos podemos enriquecer la experiencia gastronómica al comer.

Para Víctor Manuel García, representante comercial de La Poblanita de Tacubaya, Cada que compremos estas sales, debemos recordar las dos “emes”, una de maridar y otras de marinar. “Ustedes mariden sus comidas con estos productos, marinen sus recetas, prueben con cualquier platillo, innoven, inventen, verán que le da un sabor agradable y además incluyen micronutrientes naturales como calcio, hierro y zinc que brindan energía, grasas saludables, proteínas y fibras”.

Víctor Manuel García destacó el valor de los insectos comestibles, “es herencia prehispánica que consumían nuestros antepasados, e incluso, comían hasta vivos a los insectos y nunca les hacían daño”.

            De igual manera, nos dieron a probar la crema de cacahuate Purahuate en su presentación de 300 gramos, exquisita por ciento. Además, el mole poblano en pasta y envasado con 300 gramos. Todos estos productos, elaboradas de manera artesanal, con materias primas cien por ciento naturales, libres de químicos y conservadores.

Dicho sea de paso, pudimos degustar unas exquisitas enmoladas con pollo, ajonjolí, crema, queso y cebolla; un café de olla con canela caliente y un pan elaborados por manos mexicanas, los trabajadores de La Poblanita de Tacubaya, Patriotismo.